17 de noviembre de 2013

Terapias Alternativas


1.5.- Terapias alternativas.
La prolongada tradición de uso de productos de origen vegetal en medicina y la reacción contemporánea contra los fármacos sintéticos han llevado a un resurgimiento de la herbología, a veces denominado fitoterapia. La creencia de que se trata de "medicina natural" lo ha dotado de un aura de salubridad inmerecida; en realidad, los compuestos empleados por los herboristas son en muchos casos los mismos que aparecen en los fármacos industriales, sólo que mezclados con otras sustancias y en una dosis mucho menos precisa. Los efectos secundarios provocados por los fármacos industriales son como mínimo igualmente frecuentes en la medicina herbal, y el riesgo de reacciones adversas o confusiones en el uso está también presente.
La fitoterapia practicada actualmente se nutre tanto de la tradición herborística occidental —que se remonta a griegos y romanos — como de la tradición Ayurveda  hindú y la herbolaria china; en éste último país, forma parte de las terapias empleadas en la salud pública, junto con otras prácticas relativamente novedosas en Occidente, como la acupuntura.
El uso de las plantas para prevenir y aliviar dolencias es también una práctica corriente entre las poblaciones autóctonas de los Andes, donde la medicina oficial en algunos países está rescatando las prácticas ancestrales, llevándolas hasta los centros de salud de las aldeas y poblados de la sierra
Además de compuestos vegetales de probada inocuidad, como los presentes en las infusiones de consumo doméstico, esta tendencia ha llevado a la comercialización de suplementos vegetales, cuya regulación está en muchos países aún incompleta. El debate acerca de si se deben comercializar  libremente como material alimentario, o por el contrario someterse a las revisiones más estrictas aplicadas a los fármacos, está en gran medida aún abierto. En los Estados Unidos una ley de 1994 los clasifica como suplementos nutricionales, permitiendo su venta y consumo salvo que la FDA pueda demostrar su carácter pernicioso.
Los peligros propios de la medicina herbal incluyen el elevado riesgo de interacciones adversas, ya sea entre productos herbales o con fármacos industriales, debido a la presencia y dosificación variable de numerosos principios activos en los preparados, y la posibilidad a veces fatal de confusión que provoca la nomenclatura inestable de los vegetales; especies o variedades llamadas por el mismo nombre, aún si son muy próximas botánicamente, pueden variar enormemente en la presencia y concentración de los principios activos.
En la actualidad las principales empresas de fitoterapia cuantifican los principios activos en cada lote de planta y realizan estrictos controles de radioactividad, pesticidas y otros contaminantes, con lo cual se garantiza un efecto homogéneo en todos sus preparados.

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