La Herbolaria Medicinal
Compuestos Medicinales
Una gran parte de plantas o parte de
ellas, hojas. semillas, flores, frutos, corteza, raíces del reino
Planta se utilizan o han sido utilizadas en forma tradicional con
fines alimenticios y medicinal, como droga en el
tratamiento de afecciones o enfermedades, suministrándose ya sea como
infusión, jarabe, ungüento, decoción, cápsulas, elixir, tintura o comprimidos.
En todas las culturas, desde la época prehistórica,
los remedios medicinales de origen vegetal, han estado presentes.
La parte de la planta empleada medicinalmente
se conoce con el nombre de droga vegetal.Existen manuscritos materia
médica, uno de ellos muy concocido el de Dioscórides
donde muestra las propiedades medicinales de muchas plantas.
Como ya se mencionó el uso de remedios
de origen vegetal se remonta a la época prehistórica, y es una
de las formas más extendidas de medicina, presente en virtualmente todas las
culturas conocidas. La industria farmacéutica actual se ha basado en
los conocimientos tradicionales para la síntesis y elaboración de fármacos, y
el proceso de verificación científica de estas tradiciones continúa hoy en día,
descubriéndose constantemente nuevas aplicaciones. Muchos de los fármacos
empleados hoy en día como el opio, la quinina, la aspirina o la digital,
replican sintéticamente o aíslan los principios activos de remedios vegetales
tradicionales conocidos incluso desde épocas prehistóricas. Su origen persiste
en las etimologías —como el ácido salicílico, así llamado por extraerse de la
corteza del sauce (Salix spp) o la digital, de la planta del mismo nombre.
1.1.-Compuestos medicinales.
Todos los seres vivos, en el metabolismo normal, su
organismo produce algunas sustancias a partir de los nutrientes obtenidos del
medio; algunos de estos compuestos químicos forman parte del proceso en todas o
casi todas las especies, mientras que otros reflejan las peculiaridades de cada
una de ellas. Entre los compuestos de la primera clase —llamados metabolitos
primarios— se cuentan los glúcidos y lípidos, aprovechados en la
alimentación; los compuestos de uso terapéutico, por el contrario, corresponden
normalmente a los metebolitos secundarios, y se obtienen sólo de
organismos específicos.
Pocas veces la función que estos cumplen en medicina
se corresponde con la que cumple en el ciclo vital de la planta en cuestión; la digoxina,
por ejemplo, que se concentra en las hojas y flores de Digitalis
purpurea como tóxico para evitar su consumo por animales
herbívoros, se emplea terapéuticamente como inotrópico para los pacientes
que padecen de arritmia cardiaca. Otros compuestos usados en
medicina son utilizados por la planta para atraer agentes
1.2- Extracción y
empleo.
Los compuestos útiles de las plantas se concentran
en alguna de sus partes: hojas, semillas, flores, cortezas y raíces se
utilizan con relativa frecuencia. Sólo raramente la planta entera tiene valor
medicinal.
El empleo del pricipio activose para su aplicación
o utilización se logra por infusión
en que el principio activo se disuelve en
agua mediante una cocción más o menos larga. La tisana resultante se
bebe. Plantas empleadas de este modo incluyen EL Ginseng (Panax
inseng), la tila (Tilia platthyllos), cuyo principio activo es
el eugenol, la pasionaria (Pasiflora edulis), cuyos principios activos
incluyen el harmo y el harmano, o el mismo
café (Coffea arabica), cuya infusión contiene cafeína.
Otras plantas se preparan en tinturas, se comen, se
inhala el humo de su combustión, o se aplican tópicamente, como emplastos o
cataplasma.
1.3.- Preparación y
administración.
La administración de las plantas medicinales y de
los productos derivados de estas debe estar acompañada de los máximos cuidados,
para garantizar el buen suceso del tratamiento. Contrariamente a la creencia
general, los mejores resultados no siempre se obtienen con el uso de las
plantas frescas o con preparaciones caseras. El hacer extractos de plantas
procesadas permite obtener más principios activos.
1.3.1.- Aceite
Existen tres formas de preparar líquidos oleosos,
para consumo directo, o combinado con otras formas de preparación. La primera
forma de preparación se refiere a la extracción del aceite esencial
por arrastre de vapor. La segunda forma se refiere a plantas
que tienen semillas oleaginosas con propiedades medicinales. De las semillas se
puede obtener el aceite por medio de prensado o extracción. La tercera
forma se aplica en las plantas que contienen sustancias solubles o
extraíbles en aceites vegetales como los de: almendra, durazno, maní, oliva,
zapuyul. En este caso el contacto, o la inmersión de la planta medicinal en el
aceite tiene una duración entre 10 y 30 días.
1.3.2.- Cataplasma y emplasto
La cataplasma se prepara machacando la parte
de la planta que contiene las propiedades curativas que se pretende usar, se
calienta y se aplica directamente sobre el área afectada que se quiere tratar.
Para preparar el emplasto se
mezcla la parte de la planta a utilizar con una harina, logrando una pasta que
se aplica sobre el área afectada, al igual que la cataplasma.
1.3.3.- Cocimiento
Se prepara hirviendo durante algunos minutos (del
orden de los 5 minutos) la planta y luego se filtra. Debe verificarse que el
calor no afecte o destruya los principios activos. Esta forma de usarse es
apropiada en general para las partes duras de la planta, como son: troncos,
raíces, cortezas y semillas.
1.3.4.- Compresa
Es una preparación similar a la cataplasma, pero en
este caso en lugar de aplicar la planta directamente, se utiliza una extracción
acuosa, aplicada a un paño o toalla. Las compresas pueden ser calientes,
generalmente aplicadas en el caso de inflamaciones y abscesos; o bien frías,
preferibles para tratar casos de cefalea o conjuntivitis.
1.3.5.- Ensalada
Es una forma de ingerir las hierbas medicinales en
una forma directa, sin ninguna modificación o transformación consecuencia del
procesamiento. Se lavan y desinfectan las partes de la planta que se piensa
ingerir, y se prepara como una ensalada tradicional, eventualmente mezclándola
con otras verduras o vegetales, sazonándolo sal, aceite de oliva y limón.
1.3.6.- Extracto
Los principios activos de las plantas medicinales
se obtienen también por un tipo de extracción llamada “sólido-liquido”. Este
proceso consta de tres etapas:
1. Penetración
del disolvente en los tejidos de los vegetales e hinchazón
2.
Disolución de las
sustancias extraíbles;
3.
Difusión de las
sustancias extraíbles disueltas fuera de la célula vegetal.
La forma de extracción más frecuente es por
maceración, este proceso tiene algunas ventajas sobre la percolación y
contracorriente. También se puede procesar la extracción mediante métodos que
involucran el ultrasonido, el eléctrico, y el vórtice (turbo). La extracción de
los extractos requiere un cierto equipamiento y conocimiento de procesos
químicos.
En su presentación final pueden ser: tinturas
(1:10); extractos fluidos (1:2), blandos, con una consistencia parecida a la
miel, viscosos o firmes (masas plásticas, que licuan al calentarlas), secos
(cuando se ha desecado la mezcla) y nebulizados (obtenidos por atomización del
disolvente.)
1.3.7.- Gargarismo o enjuague
Es la aplicación de un líquido a la cavidad bucal.
Se usa para lograr la acción local en la boca y/o garganta y así limpiar de
secreciones, bacterias e impurezas estas áreas. Puede usarse para prevenir
infecciones bucales o respiratorias. Para prepararse el líquido puede usarse
una infusión, un cocimiento o un jugo de la planta.
1.3.8.- Infusión
Es la forma de preparación más frecuente y
sencilla, se le denomina también apagado o té. Forma parte de una cultura de
consumo de hierbas aromáticas que se usan no solo para fines medicinales.
Consiste en poner en contacto las partes de las plantas con agua hirviendo por
unos minutos, dejando que se enfríe progresivamente. Al no usarse calor
directo, garantiza que sus partes no sufren deterioro. Más frecuentemente se
usa para las partes blandas de las plantas como hojas y flores.
1.3.9.- Jarabe
Los jarabes se preparan extrayendo con agua los
componentes activos o medicinales de la planta y disolviendo luego en esta una
gran cantidad de azúcar o miel como preservante. Puede prepararse a partir de
extractos hidroalcohólicos, conservarse por períodos largos y se le suele dar
un sabor agradable para facilitar su administración a los niños. La preparación
se inicia en forma semejante a la infusión, pero se deja reposar algunas horas
y luego se filtra el líquido, se agrega el azúcar o la miel, se diluye y se
lleva a hervír algunos minutos para coagular las sustancias albuminosas, luego
se cuela y se guarda en botella o frasco de color ámbar, se etiqueta y se
guarda (hasta 30 días) en lugar limpio y protegido del calor y de la luz.
1.3.10.- Jugo
Los jugos se obtienen siempre al exprimir o licuar
las plantas frescas o sus frutos. En algunos casos, sobre todo para tubérculos
o raíces se recomienda ponerlos en remojo durante un período de 8 a 12 horas
antes de exprimirlos.
1.3.11.- Lavados
Es la aplicación de infusiones, cocimientos o
tinturas diluidas para tratar tópicamente afecciones externas localizadas, como
heridas, llagas, úlceras, hemorroides, vaginitis y otras afecciones de la piel
o de las mucosas.
1.3.12.- Lavativa o enema
Es la aplicación de un preparado que se introduce a
través del ano con una técnica especial, para la cual el que la aplica debe
estar capacitado. Se aplica preferiblemente en ayunas y el paciente debe
permanecer acostado, durante la aplicación y durante un tiempo de por lo menos
una hora después de la aplicación.
1.3.13.- Polvos
Los polvos se obtienen pulverizando la planta seca,
el material puede ser retriturado y tamizado varias veces, hasta alcanzar el
tamaño deseado de las partículas. Los polvos vegetales son fáciles de manejar,
formular y acondicionarlos en preparados fitofarmacéuticos, a través del
mezclado, encapsulado y de la compresión. Existen dudas acerca de la
bio-disponibilidad de los principios activos medicinales extraíbles
naturalmente de polvos de plantas secas que toman en cápsulas o tabletas, ya
que la absorción en esta forma es mínima. Se puede aumentar la absorción
diluyendo los polvos en líquidos o mezclándolos en alimentos sólidos.
1.3.14.- Preparados
fitofarmacéuticos
Los extractos obtenidos industrialmente deben
reunir al menos cinco aspectos: la materia médica, donde se encuentran los
principios activos debe ser adecuadamente molida, la extracción debe efectuarse
con el disolvente adecuado, puede extraerse por maceración o percolación, la
concentración debe ser por un método que no afecte el principio activo y
algunas drogas requieren tratamientos preliminares antes de usarse. Con
extractos procesados es posible hacer preparados fitofarmacéuticos que son más
fáciles de dosificar, tales como formas sólidas (tabletas, grageas, tabletas
efervescentes, cápsulas de gelatina dura, gránulos), formas líquidas (jarabes,
gotas, soluciones, suspensiones en cápsulas de gelatina suave) y formas para
uso local (cremas ungüentos, pomadas, geles, colirios y supositorios).
1.3.15.- Tintura
Se obtiene dejando en contacto la parte de la
planta seca a utilizar, con una mezcla de alcohol al 40% en agua durante 3-5
días, con agitación diaria y filtración. Las tinturas se usan de base para la
formación de elixires que contienen mezclas de varias plantas y sustancias
estabilizantes como el glicerol. Tienen la ventaja de ser más estables y de
fácil dosificación.
1.3.16.- Vapores
Los vapores de ciertas plantas emitidos por la
acción del calor son utilizados para el tratamiento de las afecciones de la
garganta y de las vías respiratorias.
1.4.- Investigación y síntesis.
Mientras la medicina herbal tradicional utilizaba
partes o extractos vegetales, la necesidad de comprender con precisión el uso
de los distintos componentes, de graduar con precisión la dosis empleada y de
elaborar de manera estandarizada fármacos homogéneos han llevado a que la
mayoría de las drogas producidas por la industria farmacéutica contengan sólo
el o los principios activos. En algunos casos, éstos aún se obtienen del
procesamiento de las plantas medicinales; en otros casos, éstos se investigan
para aislar el principio activo, y éste se sintetiza luego de manera
artificial. La investigación de las propiedades medicinales de una planta es
una labor compleja, que abarca desde los informes etnográficos de los etnólogos hasta
el análisis de laboratorio de químicos y médicos.
1.5.- Terapias alternativas.
La prolongada tradición de uso de productos de
origen vegetal en medicina y la reacción contemporánea contra los fármacos
sintéticos han llevado a un resurgimiento de la herbología, a veces
denominado fitoterapia. La creencia de que se trata de "medicina
natural" lo ha dotado de un aura de salubridad inmerecida; en realidad,
los compuestos empleados por los herboristas son en muchos casos los
mismos que aparecen en los fármacos industriales, sólo que mezclados con otras
sustancias y en una dosis mucho menos precisa. Los efectos secundarios
provocados por los fármacos industriales son como mínimo igualmente frecuentes
en la medicina herbal, y el riesgo de reacciones adversas o confusiones en el
uso está también presente.
La fitoterapia practicada actualmente se nutre
tanto de la tradición herborística occidental —que se remonta a griegos y
romanos — como de la tradición Ayurveda hindú
y la herbolaria china; en éste último país, forma parte de las terapias
empleadas en la salud pública, junto con otras prácticas relativamente
novedosas en Occidente, como la acupuntura.
El uso de las plantas para prevenir y aliviar
dolencias es también una práctica corriente entre las poblaciones autóctonas de
los Andes, donde la medicina oficial en algunos países está rescatando las
prácticas ancestrales, llevándolas hasta los centros de salud de las aldeas y
poblados de la sierra
Además de compuestos vegetales de probada
inocuidad, como los presentes en las infusiones de consumo doméstico, esta
tendencia ha llevado a la comercialización de suplementos vegetales, cuya
regulación está en muchos países aún incompleta. El debate acerca de si se
deben comercializar libremente como material alimentario, o por el
contrario someterse a las revisiones más estrictas aplicadas a los fármacos,
está en gran medida aún abierto. En los Estados Unidos una ley
de 1994 los clasifica como suplementos nutricionales, permitiendo su
venta y consumo salvo que la FDA pueda demostrar su carácter
pernicioso.
Los peligros propios de la medicina herbal incluyen
el elevado riesgo de interacciones adversas, ya sea entre productos herbales o
con fármacos industriales, debido a la presencia y dosificación variable de
numerosos principios activos en los preparados, y la posibilidad a veces fatal
de confusión que provoca la nomenclatura inestable de los vegetales; especies o
variedades llamadas por el mismo nombre, aún si son muy próximas botánicamente,
pueden variar enormemente en la presencia y concentración de los principios
activos.
En la actualidad las principales empresas de
fitoterapia cuantifican los principios activos en cada lote de planta y
realizan estrictos controles de radioactividad, pesticidas y otros
contaminantes, con lo cual se garantiza un efecto homogéneo en todos sus
preparados.
1.6.- Biodiversidad.
Muchas especies medicinales identificadas
científicamente sólo recientemente proceden de biomas amenazados. Existe
una preocupación no desdeñable entre los biólogos acerca del impacto que el
crecimiento en el consumo de especies posiblemente amenazadas produzca sobre la
supervivencia de las mismas, y el estudio del cultivo sostenible de las mismas
es una preocupación importante.
1.7.- Uso clínico: Factores
limitantes.
Tradicionalmente, las plantas medicinales sirvieron
como remedios para aliviar síntomas o tratar enfermedades, con resultados
dispares. Debido a su actividad farmacológica, actuaban directamente sobre el
organismo, produciendo cambios significativos en su funcionamiento. En este
sentido, estas plantas eran estrictamente fármacos (o drogas) con capacidad de
operar, alternativamente, como remedios o venenos, dependiendo de las dosis, la
oportunidad, la vía de administración, la idoneidad de quien las indicaba, la
constitución del sujeto tratado, entre otros factores.
En el curso del siglo XIX, se aislaron los
principios activos de las especies vegetales con mayor impacto en la clínica
médica. Hasta entonces, las limitaciones intrínsecas de las fórmulas vegetales
habían impedido la titulación de valores óptimos para dosis activa mínima,
margen de seguridad de la sustancia, y dosis letal media. En este sentido, se
veían incrementados los riesgos de sobredosis agudas o intoxicación accidental.
Lo mismo sucedía con la incidencia de reacciones adversas imprevistas, por
causa de alguno de los innumerables compuestos presentes en los preparados
naturales.
Incluso en la actualidad, persiste la predilección
del público no especializado por las formulaciones vegetales. No obstante,
estudios sistemáticos han establecido de manera concluyente la mayor fiabilidad
de las moléculas aisladas. Para el caso de sustratos vegetales administrados
con fines terapéuticos, el perfil de eficacia y seguridad es claramente
desventajoso respecto del que cabe atribuir a sus principios activos en forma
pura.
Frutas y verduras
Para prevenir enfermedades respiratorias, que con
frecuencia se presentan en la época invernal, o ayudar a la pronta recuperación
si ya están presentes, se puede recurrir a frutas y verduras de temporada,
asegura Vannya Torres García directora de la Clínica Médico Nutricional.
De acuerdo con la especialista frutas de la
temporada son los cítricos, como guayaba, lima, limón, mandarina, naranja,
piña, tamarindo, toronja, también el arándano, fresa, papaya, plátano y pera.
Ricos en Vitamina C.